quarta-feira, 5 de março de 2008

Oposición a Cristo: Una Realidad Escatológica

“Queridos hijos, ésta es la hora final, y así como vosotros oísteis que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que ésta es la hora final.”

1 Jn 2.18

El apóstol Juan se dedica, ahora, a hablar de la “hora final”, o sea, del fin de los tiempos. En la teología al estudio de las “últimas cosas” llamamos escatología y hay una enorme cantidad de libros y teorías sobre el futuro y las últimas cosas de la obra de Dios en el mundo. A muchos cristianos no les gusta tratar de este tema por las controversias y divisiones que le cercan, alegan que lo importante es la vida hoy y el futuro, sea como sea, está en manos de Dios.

Pero en nuestro texto el tema del futuro asume un lugar muy importante en la vida cristiana y no puede ser descartado como un mero asunto conflictivo que nos divide. Al revés, como vemos aquí, el futuro afecta directamente al presente. Eso lo veremos, paso a paso, a lo largo de los próximos versículos. Para empezar, encontramos en el v.18 una afirmación escatológica muy importante para la vida cristiana: ¡el futuro ya llegó! Dice Juan: “ésta es la hora final”.

Eso tiene que ver, en primer lugar, con el texto anterior que termina afirmando que “el mundo se acaba”, una referencia a que el final del período de influencia y consecuencias del pecado en la vida humana está muy cerca. Necesariamente no significa que esté cronológicamente cerca, pero si ésta ya es la hora final, por cierto se refiere a que el fin de las consecuencias eternas del pecado y la victoria de nuestra lucha contra el, está garantizada ya por la obra de Cristo. Ante eso creemos que ya vivimos los beneficios de la eternidad, o sea, el futuro de la obra de Dios ya cobra un importante sentido para nuestras vidas hoy.

Pero hay también los anticipos negativos de la escatología. Juan nos presenta uno: como sabemos que en el futuro vendrá el anticristo, de la misma forma “muchos son los anticristos que han surgidos ya”. Eso implica en que por todo el mundo, dentro y fuera del cristianismo, surgen a lo largo de toda la historia, personas y sistemas filosóficos (con sus extensiones política, económica, social, religiosa, etc) que claramente se oponen a Cristo y su obra salvadora. Unos de forma sutil, otros de manera abierta y declarada.

El apóstol nos enseña que no hay que temer la presencia de los diversos anticristos; antes, su presencia demuestra y confirma que ésta es la hora final. La realidad presente de toda la oposición a Cristo y a su obra tiene importancia para nuestra fe y vida cristiana hoy, pues por medio de eso “nos damos cuenta de que…” No solo antevemos los hechos finales de la victoria de Cristo sobre el pecado y toda la oposición a la fe, como efectivamente participamos ahora, de forma anticipada, de ésta gran victoria siempre que vencemos el pecado en nuestra vida con la fuerza de la gracia de Dios.

Así, para empezar, ya podemos ver la importancia de la escatología en nuestra vida, puesto que la fe en Dios es una fe que se proyecta hacia el futuro, dónde encontrará su plena y definitiva realización. Por eso, vivimos la fe y la vida hoy a la luz de la victoria final de Cristo que todavía llegará.

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