quarta-feira, 28 de julho de 2010

Espiritualidad Relacional

“¿Está afligido alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz” - St 5.13-16

Hemos visto inicialmente que el texto nos presenta la necesidad de una comunión comprometida y fraterna entre todos los hermanos. Ahora me gustaría enfatizar que esta comunión fraterna está fundamentada en una espiritualidad solida. Los elementos de la espiritualidad cristiana, mencionados por Santiago, la alabanza, la oración, la confesión y el perdón, son ejemplos de una espiritualidad relacional. En otras palabras, la relación de hermandad entre los cristianos se basa en prácticas de espiritualidad que se definen por la relación que mantenemos con Dios y, en consecuencia, con los hermanos.
En ese sentido, creemos que la vida cristiana es fundamentalmente una vida relacional, puesto que tiene sus raíces en la relación establecida entre Dios y nosotros. Ante eso, no podemos vernos como “cristianos aislados”, sino que como “cristianos en comunidad”, cristianos que nos relacionamos con Dios y con los demás hermanos con los que compartimos la misma fe.
Según Santiago, la alabanza es porque algunos están de buen ánimo; la oración es porque otros están enfermos; la confesión y el perdón es porque hubo alguien que ha pecado contra los demás. O sea, nos muestra Santiago que nuestras prácticas de espiritualidad siempre se relacionan con la edificación de una comunidad comprometida mutuamente. Por eso la oración del justo es poderosa y eficaz, porque nos une y cada vez más solidifica nuestros compromisos y fraternidad.

Compromiso Mutuo y Fraterno Entre Todos

“¿Está afligido alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz” - St 5.13-16

Estas palabras de Santiago, que siempre fueron objetos de muchas interpretaciones, tienen un sentido muy especial en lo que se refiere a la comunión fraterna y comprometida entre los hermanos. El tema principal que le interesa a Santiago no es el poder sanador de la oración y de la unción ni tampoco el de la confesión mutua. Lo que le interesa mostrarnos es tanto la oración y la unción medicinal, al igual que la confesión mutua, solo cobran su verdadero sentido dentro del espacio fraterno y comprometido de la comunión cristiana.

Las preguntas: ¿está alguno afligido?... ¿de buen ánimo?... ¿enfermo?... establecen que la relación entre los hermanos es el fundamento para que oremos, cantemos alabanzas unjamos con aceite medicinal y confesemos. Orar, alabar, ungir o confesar como meras actitudes independientes del contexto fraterno y comunitario se pueden convertir en una espiritualidad vacía cuyo objetivo es la autopromoción de uno mismo sobre los demás.

Sin embargo, cuando la iglesia se fortalece como comunidad en que los hermanos se han comprometido mutuamente, orar por las aflicciones, necesidades y enfermedades por las que todos pasamos es una actitud normal y espiritual. De la misma forma, alegrarse con las victorias y éxitos de los demás y alabar a Dios por eso se convierte en una práctica constante y revitalizante. La oración de los presbíteros conyugada al tratamiento médico disponible (unción con aceite) demuestra el cuidado que se debe prestar a los hermanos. Lo mismo se puede decir de la confesión y del perdón mutuos: confesar y perdonar, cuando actitudes efectivas, nos sanan a todos y son los cimientos necesarios para la construcción de nuestra hermandad cristiana y para que las demás personas vean a Cristo en nuestra comunidad.

La próxima semana seguiremos un poco más con este texto, pero por ahora tengamos en mente la importancia del compromiso mutuo y fraterno entre todos.

segunda-feira, 19 de julho de 2010

Culto e Confraternização




Ontem, domingo, após a celebração do culto tivemos um delicioso almoço comunitário em comemoração dos aniversariantes de junho e julho que foi também uma excelente oportunidade de confraternização. Durante o culto meditamos sobre "Adorar ao Cordeiro de Deus que está Sentado no Trono" (Ap 4-5). Pedimos a todos que continuem orando pela nossa igreja em Torrelodones (Madrid).

sexta-feira, 16 de julho de 2010

Una Firme Paciencia por la Acción de Dios

“Sobre todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que vuestro ‘sí’ sea ‘sí’, y vuestro ‘no’, ‘no’, para que no seáis condenados”
St 5.12

Santiago trata del tema de la paciencia en todo el texto de 5.7-12. Hemos visto que la segunda venida de Cristo es el fundamento para la paciencia cristiana (5.7-8), la importancia de la paciencia mutua entre los hermanos (5.9) y con dos buenos ejemplos bíblicos de paciencia: los profetas y Job (5.10-11). Para concluir el tema de la paciencia cristiana el autor, ahora, nos exhorta a que mantengamos siempre y sobre todo una firme paciencia y espera por la acción de Dios.
La forma como nos presenta esta idea es muy interesante. Santiago simplemente establece el “sí” como señal de la firme paciencia y el “no” como indicador de que ya no esperamos por la acción de Dios, sino que hemos tomado bajo nuestra responsabilidad el rumbo de nuestras vidas. Muchos de nosotros entienden el “sí” y el “no” como la forma que debemos relacionarnos con los demás, diciéndoles abiertamente a la cara y sin fingimientos lo que pensamos. Sin embargo, el sentido del texto nos lleva por otro camino.
El “no” se relaciona con “no juréis ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa”. El “no” tiene que ver con no asumir uno posiciones en que nos comprometemos con cualquiera otras supuestas entidades que existan en el cielo o en la tierra que avale nuestras decisiones y caminos que no sea Dios. En ese sentido, el “no” es absoluto: de ninguna manera vamos a buscar y a comprometernos con dioses o sistemas humanos que sean que nos prometen alcanzar nuestros ideales humanos y ensueños sin mucho esfuerzo y rápidamente.
El “sí”, por otro lado, se trata de una aceptación incondicional de espera por la voluntad y la acción de Dios, comprometiendo nuestra vida presente y futura en sus manos. Al igual que el “no”, el “sí” también es una actitud absoluta de confianza en Dios. Con toda nuestra fuerza y paciencia esperamos y buscamos la voluntad de Dios a su tiempo y a su manera.
El “sí” y el “no” son actitudes complementarias y juntas reflejan la firme paciencia, confianza y espera por Dios. Siempre queremos encontrar los atajos para que lleguemos pronto adónde queremos, pero en la vida cristiana lo que debe prevalecer no son nuestros deseos sino que la voluntad de Dios. Esperar pacientemente por su acción es el camino seguro que no nos conducirá jamás a la condenación sino que a la plenitud de vida. ¡Esperemos confiadamente en nuestro Dios!

Ejemplos de Paciencia

“Hermanos, tomad como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. En verdad, consideramos dichosos a los que perseveraron. Habéis oído hablar de la perseverancia de Job, y habéis visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso”
St 5.10-11
Seguimos en la sesión del texto en que Santiago trata del tema de la paciencia (5.7-12) donde ya hemos comentado sobre la segunda venida de Cristo como la base para la paciencia (5.7-8) y sobre la importancia de la paciencia mutua entre los hermanos (5.9). Ahora, siguiendo el raciocinio del autor, nos deparamos con ejemplos de paciencia: los profetas y Job.
Lo que Santiago quiere ejemplificar no es solo la paciencia, sino que la paciencia y el sufrimiento o, en otras palabras, la paciencia para soportar el sufrimiento. Sufrir por un ideal parece que ya no hace parte más de lo que las personas consideran como virtud, más bien es visto como algo totalmente ultrapasado en días como los nuestros en que lo que nos importa de verdad es pasárnoslo bien a todo coste. Pero Santiago no se refiere al sufrimiento por un ideal que tengamos, ni al sufrimiento como consecuencia de nuestras malas decisiones en la vida, sino que al sufrimiento de los que se comprometieron en hablar en el nombre del Señor.
Se trata, por tanto, de una clase de sufrimiento que nos puede venir cuando mantenemos firmes el compromiso de vivir y expresar la palabra de Dios, como lo hicieron los antiguos profetas. En sus vidas la paciencia se transformó y se manifestó en la forma de perseverancia. Job ha sido el elegido por Santiago como el representante de todos los profetas y siervos de Dios del pasado en cuanto a la perseverancia. Ha sufrido mucho por mantener encendida la llama del amor de Dios en su vida aun que perdiera a sus hijos, a sus bienes y a su salud, pero conociendo su historia sabemos que al final sus palabras demuestran se ha encontrado verdaderamente con Dios y su misericordia: “yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes… De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos” (Job 42.2,5).
Podemos encontrar a Dios en medio del sufrimiento y de los problemas cuando sufrimos por amor a él y a los principios de su palabra. Encontramos a su renovada compasión y misericordia cuando perseveramos pacientemente y aguardamos por los caminos de Dios en nuestras vidas. ¡Que Dios nos bendiga dándonos más paciencia cada día!

La Paciencia Entre los Hermanos

“No os quejéis unos de otros, hermanos, para que no seáis juzgados. ¡El juez ya está a la puerta! - St 5.9

Estamos en una sesión de la carta de Santiago (5.7-12) en la que el autor trata de algunas dimensiones importantes de la paciencia en la vida cristiana. En los versos 7-8 vimos que la venida de Cristo es el fundamento esencial para la paciencia. Ahora, en el verso 9, aunque la palabra “paciencia” no aparece, nos deparamos con una dimensión muy práctica de este tema: la paciencia entre los hermanos.
Santiago nos exhorta a que no nos quejemos unos de otros, puesto que esta práctica está condenada por el Señor y los que se entregan a ella seguramente serán juzgados por el juez que ya está a la puerta. Nos parece una exhortación muy interesante una vez que las quejas entre hermanos ya se convirtieron en algo tan común que ni nos damos cuenta de que somos adictos a ellas.
La forma como Santiago trata la cuestión de las quejas entre los hermanos se relaciona con el juicio que tendrá lugar cuando venga Cristo por segunda vez. La segunda venida de Cristo (v.8) se convierte tanto en el fundamento para los cristianos de una espera paciente por la acción de Dios (v.7-8), como de juicio para los que se entregan a las constantes, amargas y envidiosas quejas de los demás.
Ante eso, la paciencia mutua es una virtud cristiana que la debemos buscar incesantemente. ¿Quejas o paciencia? Esta puede ser una cuestión clave para las relaciones entre los hermanos y para nuestras relaciones con todas las demás personas. La paciencia mutua es el resultado de la gracia de Dios en la vida de todos nosotros y, en consecuencia, genera una comunidad pautada por la comunión verdadera y por el compromiso mutuo. La paciencia con los hermanos crea un ambiente donde la vida, tal como Dios nos la propone en el evangelio, puede manifestarse y fructificar de manera creciente, abriendo puertas para que la sociedad y el mundo vean la gracia salvadora de Cristo concretamente manifestada en la forma como nos relacionamos y nos comprometemos los unos con los otros. La paciencia con los hermanos, por tanto, es evangelizadora. Aprendamos con Cristo, día a día, a crecer en paciencia con los hermanos.

segunda-feira, 12 de julho de 2010

Santa Ceia e Dízimos


Como sempre fazemos todos os segundos domingos de cada mês, ontem durante o culto celebramos a Santa Ceia e consagramos nossos dízimos ao Senhor. Damos graças a Deus pela oportunidade de servi-lo aqui em Torrelodones e pelo compromisso mantido por cada irmão. Contamos com as orações de todos em favor da igreja em Torrelodones e do projeto Base Europa!

sexta-feira, 2 de julho de 2010

Julho 2010

“Antes de tudo, sou grato a meu Deus, mediante Jesus Cristo, por todos vocês,

porque em todo o mundo está sendo anunciada a fé que vocês têm”

Rm 1.8


Prezado irmão,

Queremos convidá-lo a unir-se a nós em gratidão a Deus pelas suas maravilhas. Louve a Deus conosco:

1. Pelo convite para integrar o Fórum de Missiologia aqui na Espanha e pelo início da nossa participação efetiva no mesmo, bem como pela primeira reunião que participamos em Valencia e pelas contribuições que já foi possível dar;

2. Pela vida do casal Víctor e Marite (espanhol e argentina) que se integraram à nossa igreja em Torrelodones e sua participação conosco;

3. Pela integração com outros líderes evangélicos da nossa região por meio de encontros periódicos para oração e compartilhar, bem como pelo projeto de realizarmos juntos um evento evangelístico no final deste ano;

4. Pelo envio do devocionário Cada Dia (em espanhol) pela Luz Para o Caminho e sua distribuição pelos membros da igreja entre amigos e vizinhos;

5. Pelos recursos que já foram levantados para o sustento do nosso casal de obreiros (Timothy e Marilene) que em breve estarão se transferindo para Londres a fim de atender à nossa congregação;

6. Pela saúde, disposição e recursos que Deus nos tem dado como família. Somos gratos a Deus pela vida e pela fé dos nossos filhos: Felipe e sua esposa Cristina, Tânia e seu esposo Eduardo, e Patrícia.

É importante, também, apresentar a Deus nossas petições. Interceda conosco:

1. Por cada pessoa que recebeu um Cada Dia do mês de julho, para que a mensagem da palavra de Deus chegue a seus corações de forma perdoadora e graciosa;

2. Pela nossa igreja em Torrelodones, por mais oportunidades de contatos evangelísticos, pelos novos irmãos que estão chegando e pelas atividades semanais que mantemos;

3. Pela próxima reunião do Supremo Concílio da IPB nos próximos dias, por todos os participantes, pelas decisões que serão tomadas e pela nomeação dos membros da Assembléia da APMT, para que continuemos contanto com uma equipe abençoada na coordenação do trabalho missionário transcultural da nossa igreja;

4. Por mais oportunidades de trabalho na Europa e para que Deus levante novos obreiros, capacitados e devidamente enviados, para que possamos ampliar nossas frentes de trabalho missionário neste continente duro e distante de Deus;

5. Pela nossa família: por saúde, oportunidades de trabalho e renovação constante das nossas forças.

Confira sempre o nosso blog. Nele você encontrará noticias recentes dos campos na Europa, da igreja em Torrelodones, mensagens, fotos e motivos de oração: www.baseeuropa.blogspot.com

Um carinhoso abraço,

Rev. Carlos e Rosa del Pino