“Os escribo estas cosas a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis la vida eterna”
1 Jn 5.13
En este verso el apóstol Juan define un poco el objetivo que tenía al escribir su carta: que nosotros los que creemos en Cristo sepamos que ya tenemos la vida eterna. De forma especial este objetivo está vinculado con las palabras escritas por Juan en el texto anterior (5.6-12), donde encontramos su enseñanza sobre el testimonio acerca de la salvación dado por la Trinidad. El resumen del testimonio está en 5.11-12: Dios nos ha dado la vida eterna por medio de su Hijo, tener al Hijo es tener la vida.
Así Juan se dedica a escribir sobre el tema de la vida eterna. Es un tema importante dentro de la obra que Dios hace en el mundo desde su creación y tiene una significativa extensión en la vida humana, puesto que tener al Hijo es tener la vida y no tener al Hijo es no tener la vida.
Lo que quiere Juan al escribir su carta es aumentar nuestra fe y nuestras creencias en Jesucristo para que así podamos crecer también en nuestro conocimiento sobre la vida eterna. Para el apóstol, y por supuesto para nosotros, es muy importante que sepamos que tenemos la vida eterna. Saber esto es conocer y ver a diario en nuestras propias vidas la eternidad se estableciendo y los valores del Reino de Dios se solidificando.
Por eso es importante que las cosas que han sido escritas por Juan y por todos los demás escritores bíblicos sean sería y humildemente leídas y estudiadas por todos los que creemos en Cristo. Es solo por las Escrituras Sagradas que podemos recibir la verdadera palabra de Dios que nos convence cada día de la obra de Dios en nuestro favor y de su vida irrumpiéndose transformadoramente en nosotros.
¡Sigamos firmes el camino de la vida eterna!
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